Capítulo 13: Mondello (parte I)


Ir a la playa sin estar en bikini y parasol, sino mas bien con un ventarrón que suena todo el tiempo, y un frío que cala los huesos. Y una playa sólo para uno. Es uno y el mar. El mar, ahí que no se cansa de sonar, de cada ola reventar, con la fuerza de adentro, terminar y empezar, cada ola, cada fuerza. Eran como las 3, y el pueblo parecía solo. La playa estaba sola, y el sol ya estaba cayendo. Los pescadores tenían las barcas atracadas, todo estaba en una fría calma. La verdad es relajante oír solo el mar. Y caminar, como si uno fuera el único.

1 comentarios:

Juan David Escobar dijo...

Que frío! :P

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