Capitulo 36: Viajar a Bogotá



Ibamos para Bogota un miercoles de semana santa. Viajar de día de Medellin a Bogota (un recorrido familiar, que me traslada a la infancia) permite ver el paisaje al frente de la ventana. EL ruido del bus que lo acompaña a uno por 10 horas, los horizontes y las montañas que pasan frente a los ojos. Un recorrido, un roadmovie de paisaje.

Capitulo 35: Un paseo por la Avenida La playa



Iba de paseo. O mas bien siempre que camino por la Avenida la Playa en Medellin, me gusta bajar como medio de paseo, para olvidar la congestión, los posible gatos, el cansancio y el ruido. Así que saqué la cámara para ver entre los cachivaches, la gente y las situaciones. Los vendedores, los antojos y conversar con el de la chunchurria. A mi la chunchurria no me gusta pero siempre huele a eso de las 5 de la tarde. Es curioso. Se llena mas la calle de vendedores después de esa hora. Los de espacio público se habrán ido ya a descansar. De paseo en mi ciudad.

Capitulo 34: Bajando del Carmen de Viboral


Después de tierras frías y ajenas, llegamos a tierras conocidas y aunque frías verdes intensas y llenas del calor del amor. Habíamos pasado un bonito fin de semana en el Carmen de Viboral. De bajada mientras el viento golpeaba la cara, el frío congelaba la nariz, el ruido en los oídos, los ojos se delaitaban con el paisaje que conozco hace tantos años, el que no me canso de ver: las rayas del pavimento, las luces, las nubes, los buses. Viajar, moverse, para despejar los ojos, para cantar, o para pensar.

Musica de Susana Baca, "De los amores", la que tuve ayer en mi cabeza y que pegaba cuando veia las rayas del pavimento mientras recordaba.

Capitulo 33: Llegar a Berlín



Esta tanda de viajes se inició llegando a Berlín. Recordar el viaje en cuenta regresiva e incluso en un desorden propio del recuerdo es una bonita manera de recordar. Al final puede que importa el orden, pero lo que me importa es el viaje. Una forma de moverse son la sorpresa en los ojos, en la piel, en los sentidos.

Llegar a Berlín fue moverse mucho, fue sentir frío, fue buscar la manera de llegar al hotel, superar la barrera del idioma, encontrar las llaves, llegar al hotel, encontrar incluso la puerta, reconocer un terreno, y finalmente comer porque la jornada fue intensa.

*Los capitulos anteriores son de un largo viaje de dos meses con mi hermana en Europa. Barcelona porque es su ciudad, Alemania por un capricho, Sicilia porque fue una invitación.

Ahora vienen otros viajes y siguen siendo en desorden. El motivo siempre es viajar.

Capitulo 32: Construyendo Cielos


Y cuando pasa la tarde miras al cielo y ahi estan construyendo nubes y casas, mientras la grúa pasa y la tarde cae, y las nubes parecen repasadas por una peinilla y un avión pasa, y uno recuerda que esa, la nada, tambien es bueno verla. Es la mas bonita. Una tarde en Berlín.

Capitulo 31: De camino al Muro en Berlín.


Y si, creo que asombrarse y decir cosas tontas y equivocadas suceden siempre, así uno viaje mucho o poquito. Porque eso es lo bonito, sorprenderse, querer nunca olvidar el momento, decir burradas, creer que eso solo pasa ahí, en fin. Esa mañana tratamos de salir temprano pero hacía mucho frío. Luego caminamos y caminamos hasta llegar al Checkpoint Charlie, donde queda aun un fragmento del muro. En el recorrido, cosas bonitas, o simplemente miradas.

Capitulo 30: Cayendo por la nieve en Potsdamer Platz


Llegamos al mercado de navidad en potsdamer platz y vimos además las delicias de las comidas alemanas un lisadero gigante de nieve, en el que uno caía en un flotador. Sin dudarlo Caro y yo nos subimos, invertimos varios euros (que no me acuerdo cuantos pero si se que no era barato) para subir hasta allá, y tirarnos por el lisadero congelado.
Pura buena energía, gritos y sonrisas al ritmo de una fria Berlín.

Capítulo 29: Cámara de la Memoria



El museo Judío era una parada obligada. No porque sea imperdible sino porque es una pregunta histórica que hace la ciudad, Berlín, y el país, Alemania, a un pueblo entero. Yo ya había estado en el Museo Judío en NY y aunque es mas pequeño, estos museos judíos regados por el mundo, tratan de mantener la cultura, historia, un pueblo vivo y al resto del mundo enterados de quienes son hoy y quienes han sido.

Lo mas bonito e impresionante es la cámara de la memoria. Cientos de mascaras de hierro en el piso para que sean caminadas por los visitantes. Trae recuerdos e historias. Yo pensaba ese día que yo hacía video para transmitir sentidos. Me gustó recordar eso.

Capítulo 28: Exposición de una colombiana en Tachelles


Tachelles era una recomendación de la guía de Alemania. Varios edificios ocupados por artistas. Artistas de todos los tipos, clases gustos. De pronto una inauguración y quien no entra a tomar vino y comer pasabocas. Una sorpresa, en medio de las pinturas había colores patrios, y animales tropicales. Viviana POnce de Leon se llama a si misma la Parturienta e iluminada. Vive en Alemania hace demasiados años. Recuerdo que hablamos mucho con ella y le escuchamos sus cuentos del Yage y las iluminaciones. Aquí su mensaje.

Capítulo 27: Mercado de Navidad en Berlín



En Alexanderplatz, la plaza representativa de la que era la parte oriental de la ciudad, donde esta la torre de televisión, habia una feria gigante y un mercado de navidad gigante. La rueda de chicago la habíamos visto desde el metro, y llegamos finalmente hasta allá. Los mercados de navidad son demasiado típico, pero lo mas bonito, fue la pista de patinaje. Por supuesto no patinamos, pero es como ver unos muñequitos patinar como los ha visto uno en películas o en esas esferas de cristal donde neva y hay muñequitos patinando. Fue una bonita noche. (Ni patinamos, ni nos montamos en la rueda de chicago)

Capítulo 26: El Reichstag en Berlín


En Berlín hay varios lugares para ver la ciudad desde arriba. La Fernsehturm representa la parte oriental de la ciudad. Desde arriba, hoy la Berlín sin divisiones se puede ver. o también se puede ver la ciudad desde el Reichstag, o Parlamento Alemán. Escogimos el Reichstag porque estábamos mas cerca, además porque representa el nuevo estado unificado alemán. Este antiguo edificio sufrió durante el siglo 20 incendios, bombas, guerras y abandonos. Después de reunificado el país, el artista Christo y su esposa Jean Claude, empacaron el edificio con una manta gigante. Luego, el parlamento, ubicado en Bonn desde la reunificación, quería volver a este edificio pero antes el arquitecto Norman Foster le puso una cúpula de vidrio encima, desde donde los turistas pudieran ver a Berlín y abajo, una de las salas de los parlamentarios.

Una hora de fila, un ascensor rápido, mucho ruido adentro, una ciudad gris, mucho frío y viento dentro de la cúpula. Además como siempre, pánico a las alturas.

Capítulo 25: Berlín, la nieve y el metro



Ya nos íbamos.
Dentro del metro, con maletas y todo. Y justo por la ventana la nieve caía la nieve. Y nosotros de salida. Berlín sin nieve. Por lo menos se ve como en las películas, una escena triste. Pero yo no estaba triste. A Berlín yo vuelvo y tendremos, esa ciudad y yo, tiempo para saldar todas las deudas.

Capítulo 24: Colonia: rápida visita



Colonia es una ciudad pequeña, al lado del rio Rhin. El Rhin es un rio que yo aprendí en el colegio en clase de geografía. Lo mas famoso de Colonia es su catedral gótica, que no sale en el video, porque a mi me pareció que era muy miedosa. La ciudad es gris y llueve. Además no habia hoteles cuando llegamos. Colonia, dicen, es una ciudad muy divertida. A mi me dio frío. Lo mas tradicional y bonito son sus mercados de navidad. Parece que en invierno no hubiera nada mas que hacer, que recorrer el mercado, comerse un curry wurst y tomar vino caliente.

Colonia es una ciudad pequeña que no disfruté como hubiera querido. El invierno caló mi corazón.

Capítulo 23: Düsseldorf y yo: fragmentos de un encuentro.


De un día para otro, porque en Colonia no había hoteles. Salir de Colonia en un tren que en media hora llega hasta Düsseldorf. Buscamos el hotel Komet para dejar las maletas. Seguro el invierno esa noche nos hizo dormir temprano. Al día siguiente, pasear la ciudad bajo la lluvia molesta del invierno. Sin embargo la ciudad es rebonita, tiene su encanto, luego tomar cerveza. Caminamos tanto debajo de la sombrilla, caminamos sin rumbo, buscando edificios y un museo, con los pies mojados, viendo mas allá de la niebla. Una mirada rápida, a pedazos, corta y no suficiente de lo que es esta ciudad con dos punticos en la u.

Fotos, algunas.

Capítulo 22: Volando a Palermo



Viajar. Estar en i. Ir por los aires viendo las nubes y el cielo azul. El ala del avión o su turbina. Amarillo TUIFLY. Desde Colonia, destino Palermo.

Como ven este es un viaje al revés. Como resultan los sueños y los recuerdos. Es decir, aquí se acaba el viaje a Sicilia y se inicia el de Alemania. No se que tal está, porque no he recordado mucho todavía. Ya veremos juntos, cuando salgan las imágenes moviendosé en mi mano viajera.

Quedo con el sabor del italiano y el sonido de sus rimas y sonsonetes. Con la tibieza de las tierras Sicilianas en el Invierno europeo. Quedo con los pueblos con el tiempo encima, con las montañitas viejas, su mar furioso y su viento frío. Con el amarillo des sus colores, con sus sabores dulces, con los cielos azules. Con sus ciudades detenidas en el tiempo, sus gentes y sus tierras con sabor a las mías por alguna extraña razón.

El viaje fue tan bonito que empezó con los Alpes desde el cielo. Con muñecos de nieve en mi cabeza, esquís voladores y gorritos y niños cacheticolorados. Y Heidi por las praderas.

Y hay fotos. En Cosas que tengo adentro

Vuelen conmigo.

Capitulo 21: Marionetas Palermitanas, "Opera dei pupi"


Se trataba de la batalla de Rinaldo y Carlo Magno.

Según Wikipedia, "Orlando acaba de regresar de sus aventuras por Oriente en custodia de la bella Angélica (de la que ha caído rendidamente enamorado), y se presenta en el campamento cristiano de los Pirineos donde Carlomagno pretende hacer frente a la invasión sarracena de Agramante, rey de África, y Marsilio, rey de Zaragoza. Se halla allí Reinaldo, que disputa también por el amor de Angélica, muy a pesar de ella que lo odia; a causa de haber bebido ambos de dos fuentes diversas: Reinaldo de la fuente del Amor y Angélica de la del Odio. La víspera de la batalla Carlomagno, para evitar litigio alguno entre Orlando y Reinaldo, confía la princesa a Namo, duque de Baviera, y promete que será de aquel cuyo valor más se distinga frente a los moros."

Era en siciliano, poco entendí de qué se trataba. Las marionetas tradicionales de Sicilia, y estas de Palermo narran historias épicas de los héroes de la edad media. La tradición de la fabricación de marionetas es familiar y se pasa de generación en generación.

Marionetas como humanos, humanos marionetas.

Capítulo 20: Foro Itálico en Palermo


Palermo no tiene playa. Su playa es Mondello saliendo de Palermo. Lo que uno ve de mar lo ve desde el Foro Itálico. Se ve el puerto y se ven las piedras de concreto que impiden el duro golpe del mar contra el foro. Por aquí la gente va de paseo, a recibir el sol, a sentarse y ver un mar que solo se puede disfrutar con la vista.

Capítulo 19: Travelling Sicilia


Los guías de viajes dicen que Sicilia se puede conocer en 15 días. Yo estuve 15 días en un viaje no conociendo todo Sicilia, sino en algunos lugares cercanos a Palermo y en Palermo. Un viaje que digo fue como adentro del alma, 15 días de ver para afuera y ver para adentro. Estar en Sicilia en un pueblo, en otro, en Palermo, en movimiento. Caminar entre las calles, esperar, conocer, entender un idioma y un dialecto. A veces pensar que Sicilia no está tan lejos de las tierras de donde vengo. Otras veces decir, esto esta muy lejos y es otro mundo. Yo miraba, eso es lo que hago cuando viajo: recolecto mis propias miradas. Aqui van algunas.

Capítulo 18: Esperando el bus en Palermo


Luca, dice que Sicilia no es el primer mundo, ni el segundo, ni el tercero. Sino el cuarto. A veces pienso que tiene razón, otras llegó a la conclusión que siempre serán europeos y así el bus se demore 1 hora serán del primer mundo.

Era domingo y el bus nada que llegaba. Las viejitas y los viejitos, (porque en Palermo quienes toman el bus son viejos, locos y adolescentes) hablaban del mal servicio de buses de la ciudad. Se quejaban del frío y de la espera tan larga. Dicen que siempre es así, que nunca mejora. El bus iba lejos del centro y la razón por la que casi no pasa es que creo que es la única ruta que hacía ese recorrido hasta tan lejos. (Ni tanto, solo lejos para ellos) Aquí va.

Capítulo 17: Palermo y los perros Parte II


Ibamos en Piazza Magione, y Max se encontró con otros amigos. Piazza Magione es super bonita porque todavía tiene ruinas de la segunda guerra. Y es amplia y con pasto. Luego seguimos caminando entre las calles de Palermo, las del centro que son estrechas y llenas de carros que van a mil. Y Max con su pandilla nos acompañó.

Capítulo 16: Palermo y los perros


Lo que pasa cuando dejamos los recuerdos para recordarlos es que hay cosas que olvidamos. Ya olvidé como había puesto a este compañero de viaje. Que nos acompañó por el centro, que mi hermana renegó por su culpa porque seguro lo iban a pisar y porque después se pegaron otros de sus amigos. Así llegamos a la iglesia sin techo, Santa maria dello spasimo, de la que ya tampoco recuerdo su historia, que se que tiene que ver algo con la segunda guerra, creo. El caso es que sin terminar o sin restaurar es un lugar favorito, recomendado, para ir a cualquier hora del día o de la noche, en cualquier temporada del año. Hay silencio, hay palomas y hay visitantes como yo. Yo quería quedarme entre sus pilares y columnas viendo el cielo todo el día.

Y ya busqué. La iglesia nunca fue terminada desde 1500. Luego fue un refugio para los leprosos. Y hoy es teatro y ruina bien conservada. Un bonito lugar.

Capítulo 15: Helado


Después de caminar por el mercado, tenía ganas de un dulcecito. Y me encontré la Gelateria. El problema es que con tantos sabores era difícil escoger. Así pedí unos al azar y me llevé una bonita sorpresa.

Capítulo 14: Mondello (Parte II)


Ya habíamos pasado el pueblo. Seguía haciendo el mismo frío y ahora menos sol. El sol del invierno que se esconde tan rápido y calienta tan poco. Me llevó a su lugar favorito. EL que se volvió el mío. Un lugar solo, solo. Sin uso por toda una temporada. Una piscinas a medio llenar con agua lluvia, y el cielo gris ahí reflejado y el azul intenso, de un verano próximo y tantos que han pasado. Una ganas de estar ahí días viendo como no pasa nada, mas el mar moverse rápido. Pensar en una historia de amor, o de esas tontas tipo americano de los años 60 que suceden en un playa con un mar de telón de tela. Pero este telón era real.

Capítulo 13: Mondello (parte I)


Ir a la playa sin estar en bikini y parasol, sino mas bien con un ventarrón que suena todo el tiempo, y un frío que cala los huesos. Y una playa sólo para uno. Es uno y el mar. El mar, ahí que no se cansa de sonar, de cada ola reventar, con la fuerza de adentro, terminar y empezar, cada ola, cada fuerza. Eran como las 3, y el pueblo parecía solo. La playa estaba sola, y el sol ya estaba cayendo. Los pescadores tenían las barcas atracadas, todo estaba en una fría calma. La verdad es relajante oír solo el mar. Y caminar, como si uno fuera el único.

Capítulo 12: Conocer la nieve



Yo conocía la nieve del Nevado del Ruiz de hace 10 años. Podría decir que la verdad pensaba que la nieve era algo más que esa primera nieve. Así todo un invierno en Europa y fue en Sicilia, donde los suegros de mi hermana se sorprendieron porque yo no conocía la nieve. Felices, me llevaron por el camino a la cima de la montaña. Una montaña vieja de apenas 2400 mts de altura. Como estar en Medellín nevando y con frío: la magia de las estaciones.

No se sabía quien estaba más feliz. Si yo por conocer la nieve, congelada. O ellos por verme jugar y sonreír de felicidad.

Y la nieve es igual. Pero en Sicilia había más.

Capítulo 11: Cementerio Palermitano



Me gustan los cementerios. Me gusta ese silencio y esas historias mudas. Me gustan ver los nombres y buscar mi apellido o pronunciar los nombres y las familias. Me gustan la flores ahí puestas, y las decoraciones, las fotos y los mensajes.

Le dije: Llévame a un cementerio. Y me llevó a este. No se en que parte de Palermo estaba. Lo recorrimos en silencio, esperando el timbre de cierre, nos sentamos un rato, vimos la ciudad desde allí arriba.

Allí, todavía se usan las fotos de los muertos sobre su tumba. Muchos ancianos, muchos que se llevaron las historias de estas tierras amarillas y cálidas del sur de Italia. No los conozco. Pero fui a visitarlos. Me llevé un pedacito de su muerte.

Aquí también fotos: http://cosasquetengoadentro.blogspot.com/2009/03/cementerio-palermitano.html

Capítulo 10: Sábanas sicilianas


Cuando uno va caminando por las calles de Palermo, por la calles de los pueblitos amarillos claro, por los caminos estrechos y empedrados, cuando descubre un balcón, otro balcón encima, y otro, y otro. Huele a detergente, ropa recien lavada, a fresco, a limpio, a mañana con el mar recién lavado. Y luego uno ve a la señora salir a ver si ya estan secas, y ellas bailan con el viento, como quien no quiere dejar de estar ahi. Al aire. Bonitas sábanas al aire libre.

Capítulo 9: En la Sagrada Familia



Ir a la Sagrada Familia es conocer el genio humano de lo impensable. Es reafirmar el genio de un genio y la demencia y pasión por los espacios de Gaudí.

Que no se haya terminado aún le da mas encanto a esta iglesia que lleva años y años construyéndose. Que aguantó la guerra civil, los años, los turistas.

Aunque subir era la idea inicial e inmediata, para había que recorrer primero sus fachadas y su interior y deleitarse con las ventanas, la luz, los postes.

Arriba, solo queda después del susto por acrofobica, ver esa ciudad plana y bien planeada, el cielo azul y sentir el frío del invierno.

Capítulo 8: Pompas de Jabón



Pimpón no era el único que hacía pompas de jabón y mucho menos la profe de física explicando la tensión superficial.

En una tarde de invierno, un poco más cálida que el resto de las demás, la chica también hacía pompas de jabón y recogía monedas. Los niños jugaban a perseguir cada burbujota o cada burbujita. Yo recordé las burbujas después del circo, las burbujas con fab en el patio de mi casa y a la profe de física y sus explicaciones llenas de lógica física.

Invierno en Barcelona. Una tarde de playa.

Capítulo 7: Crepe de Chocolate



Iba caminando y nada mejor para el frío y pasear solo que un antojito.

Crepe de chocolate. Además me gusta mucho ver como lo hacen. Y bueno, despues comermelo y que el chocolate se escurra del crepe. Lo mejor.

Capítulo 6: Picnic



- Pauli, ¡hace sol!
- ¿Qué hacemos?
- Vamos a la playa y hagamos picnic
- Listo, llevemos una botella de vino... y sanduches...

Nada mejor que la playa en invierno. Tranquilidad.

Capítulo 5: Por las ramblas



Salí de la estación Liceu, por las ramblas hasta Plaza Catalunya.

Una tarde en Barcelona, quería recibir sol quería simplemente caminar. La verdad me iba a encontrar con mi hermana. Tenía la música a alto volumen, quería perderme en todo. Caminar y caminar. Pero en Plaza Catalunya era le lugar de encuentro. Me tome todo el tiempo del mundo, todo mi tiempo en esta ciudad desconocida.

Capítulo 4: Atardecer de cementerio



Que ahi habían grabado unas escenas de todo sobre mi madre. Yo la escena no la recuerdo pero fuimos en el bus hasta el cementerio, subimos todas sus escaleras, estuvimos en silencio casi todo el tiempo y hasta que se fue el sol y cerraron estuvimos ahi. Luego bajamos las escaleras y volvimos a conversar. Lleno de historias silenciosas y susurrando pasamos la tarde.

Capítulo 3: Bicing



Cuando me levanté vi que hacía sol. Con el invierno a veces no daban ganas ni de salir a la esquina. Aproveché, le pedí la tarjeta bicing a mi hermana, fui por una bici, y monté hasta la playa. Un muy bien día.

Capítulo 2: Metro/tristeza



Ir en metro es mirar por la ventana, ver a los otros, y verse a uno mismo. Viajes silenciosos, de miradas cómplices y extrañas. A veces siento una inmensa tristeza.

Siempre me impresiona ver tanta gente junta y toda desconocida.

En Barcelona, yo era extraña. Así me sentía pero esa ciudad donde la gente está de paso, ciudad de estudiantes, inmigrantes, sudacas y paquis, la extrañeza es cosa de todos los días. A veces puede ser fría. Pero siempre será confortable una ciudad que te permite recorrerla siempre.

Metro 24 horas en fines de semana. Metro hasta las 11 de la noche en semana. 31 de diciembre Metro todo el día, toda la noche. Una ciudad para caminar, o para dejarse llevar.

Siempre seremos extraños en el metro, que hay adentro de cada cabeza, de donde vendrán y a donde irán.

Yo seguía sintiendo tristeza. Y ella, la mujer triste, también.

Capitulo 1: El Viaje




Me gusta viajar por el movimiento que exige al cuerpo y a la mente.

Ahora vuelvo. Pero siempre estaré yéndome, muy cerca o muy lejos.

Este es el inicio de viajar, desplazarse, moverse, soñar, estar siempre viajando, caminando, paseando. De llenar la cabeza de recuerdos e imágenes, y aquí, soltarlos como globos de helio, que se pierden en el espacio, cibernético.

Hay muchas formas de viajar, y muchos viajes, hechos y por hacer.

Un viaje, cada semana.

Disfruten, como yo, de mis viajes.